“Entrenar todos los días no siempre es lo mejor”
La frecuencia del entrenamiento depende del objetivo que tenga cada persona y también del nivel de recuperación muscular, esto quiere decir que tanto el entrenamiento como la recuperación van de la mano. Adicional un factor a tomar en cuenta es la individualidad de la persona, de su estilo de vida y el tiempo que dispone para entrenar.
Entre los diversos objetivos podemos mencionar los siguientes: perder peso, aumentar la masa muscular, tonificar, correr 10k, o una maratón, correr un ironman o intentar llegar a la cumbre de una montaña, etc. Por ejemplo, un deportista que hace triatlón debe dar énfasis en su tabla cardiovascular en cuanto a natación, bicicleta y carrera; dependiendo las sesiones de entrenamiento, por ejemplo de 6 días a la semana descansando 1. El tiempo de entrenamiento dependerá del macrociclo de acuerdo al objetivo del atleta, los mesociclos, microciclos y por ende las sesiones de entrenamiento.
Si te enfocas en fortalecimiento muscular lo ideal es dedicar 3 veces por semana y el mínimo serían 2 dos veces por semana. En este tipo de deportes así como en el entrenamiento, es importante la recuperación muscular; el sueño juega un papel muy importante, esta es la mejor recuperación que puede tener un deportista además de una nutrición y suplementos adaptados a cada necesidad.
El atleta debe dormir un mínimo de 8 horas, y si esto no es posible puede hacer siestas o súper siestas para una recuperación óptima. Dentro del programa se deben considerar sesiones de estiramiento o clases de yoga y pilates terapéuticos, como también sesiones de relajación de la miosfacia del músculo y meditación. Sesiones de 20 minutos diarios de meditación ayudan a recuperar la mente del deportista y por ende facilitar la recuperación muscular. Hoy día contamos con la tecnología necesaria para lograrlo, por ejemplo, relojes que además de indicarnos el tiempo, el ritmo, la frecuencia cardíaca y la distancia; también nos dicen de acuerdo a la sesión de entrenamiento, el tipo óptimo de recuperación.